En todo el mundo se habla de la crisis económica que estamos viviendo y esto nos afecta como individuos y en nuestro entorno familiar.
Nos aflige la falta de recursos. Nos aflige la incertidumbre y esto a su vez genera estrés, que puede causar mal humor, frustración... Y muchas veces como mecanismo de defensa interno, rabia.
Si dejamos que las cosas sucedan "como vayan viniendo" estaremos a merced de las circunstancias y lo único que lograremos es agravar el cuadro. Lo peor que podemos hacer en estas circunstancias difíciles es ¡No hacer nada!
Es importante establecer metas, así se abandona la incertidumbre y si tiene un empleo busque hacer bien todos sus deberes, tome iniciativas, cultive el buen humor...
Si el dinero no le alcanza para cubrir todas las deudas, no espere a que sus acreedores lo presionen. Adelántese y hable con ellos, fije plazos razonables.
Baje todos sus costos y adáptese a la nueva realidad. Por ejemplo, busque reducir los gastos en alimentación sin perder nutrientes, posiblemente quitando chucherías o dulces.
También explore, junto a sus familiares, nuevas fórmulas para obtener nuevos ingresos, sin abandonar los que tengan ahora.
El "ir haciendo" dejará poco espacio para las preocupaciones.
Referencia: http://www.psicologiaparatodos.com
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